
La fábrica Garín atesora la memoria de la seda artesanal
El proyecto para convertir la fábrica en un museo continua pausado
Castellano / Valenciano
PAULA GUERRI
26 MAYO 2017
La fábrica Garín de Moncada, fundada por Mariano Garín Aguilar en 1820, es una de las más antiguas que se conservan en España. El maestro sedero creó su primera empresa en Valencia dedicada a la industria de la seda, posteriormente amplió su negocio con una sucursal en Moncada. Empleando los mismos telares que en el siglo XVIII, con los que se realizaron trabajos para decorar palacios o vestir altos cargos eclesiásticos, todavía continúan en activo sin ninguna mecanización tejiendo el aclamado espolín para los trajes de fallera. Garín cuenta con su propio libro, Seda, oro y plata en valencia, que recopila la historia de la seda en Valencia a través de los archivos documentales y de tejido de la empresa.
Las telas de seda que se elaboran, se destinan principalmente para la ornamentación de iglesias o la confección del traje regional. El tejido espolín recibe el mismo nombre que la herramienta con la que se tejen. Se trata de una pequeña pieza de madera en forma de lanzadera, que a la vez que se elabora el tejido base, también se va haciendo el dibujo de la tela. La fábrica emplea los mismos telares jaquard que antaño, con dos siglos de antigüedad. El hecho de que se mantenga este procedimiento tradicional y de suma precisión hace que cada traje de fallera necesite hasta tres meses de trabajo y su precio sea elevado, pudiendo rondar los 1.500 euros el metro.

La Lonja desde luego es la referencia cuando se habla de la historia de la seda en Valencia. Sin embargo, uno de los telares más antiguos que todavía se conservan e incluso mantienen su actividad es la fábrica Garín de Moncada. Sus paredes albergan toda una riqueza artesanal, motivo por el cual el Ayuntamiento del Municipio persigue la idea de convertir este trocito de historia y tradición en un museo.
Telas de espolín hechas a mano




El patrimonio que alberga esta fábrica alcanza las 7.000 piezas originales, compuesto por herramientas, patrones, maquinaria y cartonajes. El telar se encuentra gestionado por la familia Garín, pero el edifico y su contenido pasaron a propiedad del Ayuntamiento de Moncada. Así, se puede decir que el repertorio que posee esta fábrica es digno de una colección museográfica, una idea que llevan persiguiendo desde hace unos años, con la finalidad de mostrar todo el valor cultural y patrimonial que representa. En 2014, la diputación de Valencia ya concedió al municipio una subvención con el objetivo de rehabilitar la estructura. Pero a pesar de las numerosas insistencias por parte de asociaciones como Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural, o la Asociación de Patrimonio Industrial Valenciano (APIVA), el proyecto parece no avanzar de la forma deseada. El Museo de la Seda y sus tesoros, lejos de ser una realidad, todavía continúan cerrados al público. Algo que parece incoherente cuando se apuesta turísticamente por una “Valencia, Ciudad de la Seda”, y siendo el telar de Moncada uno de los mayores sustentos y memoria en la producción de la seda en la ciudad.
Por el momento habrá que esperar a la apertura, si bien está prevista para el 2018, no sería de extrañar que se prolongara.