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Valencia es conocida por su gastronomía, sus fiestas, playas, monumentos, y numerosos edificios que hacen de esta ciudad mediterránea un lugar en el que relajarse y conocer la cultura de sus habitantes. Un ejemplo de todo esto se encuentra recogido en la Estación del Norte que en 2017 cumple 100 años.
Fue un 10 de mayo de 1917, hace hoy 100 años, cuando se dio a conocer al público la que ahora conocemos como Estación del Norte; lugar que antes de su inauguración como estación, acogió la sede de la 1ª Feria de Muestrario de Valencia. Esta es una de las muchas anécdotas que encumbran a la estación de trenes que hoy en día es parada obligatoria para todas aquellas personas que se acercan a conocer Valencia.
La estación está diseñada siguiendo los estándares de la “Secesión Vienesa”, una corriente del estilo modernista. Diseñada por el arquitecto Demetrio Ribes Marco (1875-1921), inició su construcción el 2 de agosto de 1906 para inaugurarse finalmente 11 años después, el 8 de agosto de 1917 bajo el nombre de “Estación de Ferrocarriles de la Compañía del Norte”.
Sin embargo, esta no es la primera estación de la ciudad, ya que la primera estaba situada en la Plaza del Ayuntamiento y data del 21 de marzo de 1952 y permaneció activa hasta 1917, año en que fue destruida. Durante las obras de la nueva estación, cabe destacar un hecho anecdótico: los trenes que tenían que llegar a Valencia cruzaban la nueva estación mediante dos puertas colocadas en su fachada para así llegar a la Plaza del Ayuntamiento.
De estilo modernista, el edificio tiene forma de “U” y se divide en tres naves: una que conforma la fachada y dos que se encuentran paralelas a las vías. La nave en la que se encuentran las vías está cubierta por una gran bóveda diseñada por Enrique Grasset, construida en Madrid fue transportada y montada en 1916 en la Estación del Norte.
La nave que compone la fachada está decorada con figuras de cerámica, mosaicos y trencadís que se realizaron en la fábrica “La Ceramo” de Benicalap. En estos adornos predominan colores azules y naranjas. El vestíbulo no cuenta solo con mosaico, también destaca la madera que se puede encontrar tanto en relojes como en taquillas y en otras decoraciones de la nave. Las salas que componen el vestíbulo cuentan con paneles firmados por Gregorio Muñoz Dueñas. Tanto el interior como el exterior de la estación se componen de motivos que hacen referencia a la ciudad, le aportan personalidad y hacen homenaje a la huerta valenciana.
La fachada luce el escudo de la Comunitat Valenciana y en el centro un reloj encumbrado por la figura de un águila, simbolizando la velocidad. Todas estas decoraciones hicieron que en 1961 la estación del Norte fuera declarada Monumento Histórico Artístico.
Pese a que en 2010 se inaugurara la estación Joaquín Sorolla, la Estación del Norte, continúa siendo una de las arterias principales para llegar a la ciudad de Valencia, albergando tanto trenes cercanías como medias y largas distancias.
Es por ello que no es extraño que cada día miles de personas paseen por el recinto, situado en pleno centro de la ciudad, para sacar fotografías y conocer un poco más la cultura valenciana recogida en el interior de esta estación de trenes.
Se cumplen cien años de la inauguración de la Estación del Norte
Un siglo de idas y venidas
DANIELA QUIÑONERO
10 MAYO 2017



Fachada de Estación del Norte en la que se aprecian los motivos de la huerta valenciana.
Detalle de la escultura del águila en el tejado de la nave principal.
Entrada a la nave principal de la Estación del Norte.